sábado, 10 de enero de 2009

China (I): nochebuena, navidad y primeros días en Pekín*

Nochebuena en Berlín.


En Berlín, todo comenzó en Berlín.

La ciudad que simbolizó (a través de su maldito muro) durante décadas la separación entre dos mundos: la república federal y la república democrática, la europa occidental y la europa oriental, EE.UU. y Rusia, el capitalismo y el comunismo, fue la que nos unió y sirvió como punto de encuentro entre los colegas que íbamos a emprender el viaje a tierras orientales: Nuria y Carol desde Berna, Danilo desde Helsinki, Rocha desde Madrid y servidor desde la ya conocida Sofía.

Mi avión llegó con tres horas de retraso porque justo antes de despegar (ya cuando estaba el avión recto a punto de acelerar) se encendió una lucecita roja y mosqueante por lo que decidieron volver y cambiarnos de avión con el pitote que eso supone. Afortunadamente Nuria y Carol (y recién llegado Rocha) tuvieron la deferencia de esperarme esas tres horas en Berlín Tegel, ya que además Danilo también estaba al caer (después del día de mierda que llevaba: ¡gracias chicas!).


Nuestra intención era clara: buscar comida para un gran menú de navidad que Danilo y yo habíamo pensado (entremeses de caviar del mar negro y salmón ahumado traídos desde Bulgaria, quesos y embutidos españoles traídos desde Alcorcón, spaghetti fruti di mare y "stracotto" cocinado un por un auténtico chef toscano, y de postre turrones varios, mantecados y hojaldrinas traídas de Jaén).

Pero los planes no iban a salir como nos habíamos imaginado, ya que Berlín nos recibió con un intenso frío un gran aguacero y las tiendas.....¡cerradas!. De milagro y gracias al alemán de Carol conseguimos hacernos con unas hogazas de pan. Puestos a no encontrar nada, nos echamos unas birras de trigo y unos Glühwein (vino caliente de centroeuropa) paseando y viendo por el centro de Berlín.

Al llegar al hostal el ambiente no era muy "perrunillero" por el escaso éxito aparente que iba a tener la cena de nochebuena...pero poco a poco la cosa fue cambiando. Cuando empezábamos a preprarar todos los embutidos (jamón serrano, cecina de León, queso manchego) la gente del hostal nos regaló unas botellas de vino tinto que al parecer regalaban a los huéspedes todos los miércoles, pero lo mejor de todo fue cuando tres argentinos aparecieron por la cocina dispuestos a cambiar nuestra noche.

Era una pareja de recién casados, Manuela y Emilio que habían decidido como luna de miel realizar el interrail por buena parte de Europa (¡qué grandes!), y Martín un simpático y bohemio bonaerense de mediana edad. Al final la cena resultó ingente, los embutidos y canapés preparados suamado a los dulces del final fueron más que suficientes incluso para compartir parte de ellos con nuestros nuevos amigos argentinos y alguna japonesa despistada que apareció por la cocina del hostel.




El alcohol fue haciendo mella y como dijo Martín: "acabamos todos envinaaados" y formando un "kilombo" tal que debido a los cantos y follones nos tuvieron que llamar la atención los del hostel...ya saben el incontrolable sentido latino de la fiesta.


Cuando las rescoldos de la fiesta se iban apagando nos subimos los cinco a la habitación y comenzamos el intercambio de regalos de "amigo invisible" que previamente habíamos sorteado en Budapest. Y he aquí la secuencia gráfica del ilusionante momento de abrir los regalos:


Como vemos a continuación a Danilo le gustó tanto su regalo que se fue presto a abrazar a su amigo "invisible":



A Nuria su amigo "invisible" le gastó una pequeña broma, pero a pesar de esta foto: ¡qué no cunda el pánico!, Nuria recibió un buen regalo, créanme.



Navidad en Ámsterdam.
El día de navidad era el día de nuestro viaje, la cuestión: teníamos 9 horas de escala en Ámsterdam, qué mejor excusa para bajar al centro y visitar la capital holandesa y ver sus canales, su bicicletas, ver algunos escaparates del barrio rojo, etc...

Carol (con una preciosa bufanda que le regaló su estupendo amigo invisible :) ) y Nuria a las puertas de la Estación Central de Ámsterdam.

Además daba la casualidad que Manuela y Emilio los argentinos recién casados conocidos en nochebuena también visitaban Ámsterdam ese día asi que quedamos con ellos a tomar un chocolate caliente + "tapa" en un Coffee Shop.


Todo estaba muy bien puesto por ser el día de navidad y el día resultó la mar de agradable (algo fresco). Finalmente volvimos a tomar dirección aeropuerto de Ámsterdam-Schipol para inciar el vuelo que nos llevaría por fin a Pekín.


Primer día en Pekín.
Nada más aterrizar en Pekín y ya habiéndo pasado los trámites necesarios para la entrada en China lo primero que vemos tras salir por la puerta del aeropuerto es a nuestro compañero Óliver Wang Chang (becario industrias culturales Pekín, compañero del D7 parasiempre de CECO) esperándonos. Quién mejor que él para recibirnos, enseñarnos, interpretarnos, traducirnos y qué cojones para pasárnoslo bien.

Ya justo al montar en el taxi la primera sensación que se percibe es la de la tremenda contamienación que sufre esa megalópolis, apenas se veía el sol (aunque para ser honesto había algo de nubes) y la luz resultaba ciertamente extraña y poco natural, como artificial, algo a lo que se acaba acostumbrando uno.



Una vez Óliver nos llevó al hostel nos pusimos manos a la obra para empezar a conocer la gastronomía local, exploramos la zona de alrededor del hostel y descansamos...¡esta vez sin apenas jet lag!


Después descansar y ducharnos (¡ya tocaba!) Carol, Rocha y servidor, que sobrevivimos al sueño, decidimos buscar la aventrua y cenar por nuestra cuenta con éxito más que aceptable dada la imposibilidad de comunicación.



La Ciudad Prohibida.
La estación de metro Tian'anmen East lleva justo a la Plaza de Tiananmen, tristemente recordada por la masacre cometida alli por el ejercito chino (por orden del gobierno) para reprimir las protestas estudiantiles y de los trabajadores, que es una explanada enorme construída a semejanza de la Plaza Roja de Moscú, precisamente para poder celebrar todas las marchas militares.



Allí mismo se encuentra la entrada a la Ciudad Prohibida (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987). Fue construida entre 1406 y 1420 y consta de más de 800 edificios, patios y jardines que ocupan una extensión de unos 720.000 m2 utilizados por los emperadores de la dinastía Ming y Qing. El área no es sino una demostración del poder imperial, de hecho el nombre de "prohibida" se le dió porque nadie podía entrar ni salir del recinto sin orden expresa del emperador.


Al cruzar la Puerta de la Armonía Suprema ya se puede atisbar la grandiosidad del complejo, al cruzar este portal se observa de fondo el Pabellón de la Armonía Suprema (con sus tres balconadas de mármol a modo de base) así como una enorme explanada en la que resalta una senda central, también de mármol, por la que solo podía pasar el emperador.



Justo a la salida del Pabellón de la Armonía Suprema permanece una impresionante talla de mármol. Esta obra está esculpida sobre ¡una sola pieza de mármol! y para mover descomunal objeto, además de emplear a cientos de ciudadanos, lo que se hacía eran mojar las calles en invierno de modo que el agua se congelara y se formaran planchas de hielo, de esta forma era más fácil deslizar la piedra.


Las figuritas que hay en las aristas de los tejados servían para catalogar la importancia del edificio, más figuritas signifiacba que ese edificio es más importante, según ese criterio el Pabellón de la Armonía Suprema al tener más figuras es el más importante de toda la Ciudad Prohibida. Además, la última figurita sirve como tope de las anteriores, ya que no están clavadas a las tejas como tales.


En practicamente todos los edificios destacan las esculturas del león, la grulla y la tortuga que hay en la puerta de éstos, normalmente de bronce pero también tallados en piedra.




"Cocido toscano" (que no" toscano cocido")

Lo que es innegable es lo que destacan las formas y los colores presentes en todas las facetas de construcción de estos edificios y en general de esta arquitectura.




A medida que se aproxima a la Montaña Dorada (monte coronada con un bello palacio, al norte, ya fuera de la Ciudad Prohibida) se observa un cambio en la disposición: comienza a aumentar la presencia de jardines y vegetación disminuyendo la de grandes palacios, este cambio drástico es de veras agradecido ya que la primera parte puede hacerse algo monótona para profanos (como servidor) de la ariquitectura medieval china.




Estos jardines (donde dicen que el emperador "jugueteaba" con sus concubinas y algún que otro palacete llevan a la entrada norte del recinto, lo que significó la salida para nostros.


Ese mismo día y tras la visita a la ciudad prohibida nos juntamos con Oli, Gus y Maite y Esther (Becarias COMEX de Yakarta) comimos por ahi y luego quedamos la noche de "juerga a la pekinesa" y este fue el resltado, sobran las palabras:





En próximos días el resto de nuestra visita a Pekín y la nochevieja en Shanghai.

*Agradezco a mis compañeros de viaje que me "presten" algunas de sus fotos para esta entrada.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Budapest está en Hungría

El pasado fin de semana hicimos una mini quedada del grupo D de CECO en Budapest para visitar a Ane. Allí nos presentamos Danilo (Helsinki), Nuria (Berna), Gabi (Roma) y servidor, aprovechando que casi todas las Ofecomes tenía festivo el 8 (no era el caso de la mía, por lo que me tuve que volver el domingo 7), no pudimos ver a Cris Martínez-Portocarrero porque le había dado la pedrada y se fue a Perú diez días. Alli nos juntamos los ya citados más Willy (Becario de Inversiones de la Ofecome de Budapest) y Vicente (ex-becario IVEX de la de Bucarest y actualmente trabajando en una empresa española con presencia en Hungría).



Budapest surge de la unión en 1873 de las ciudades de: Buda, Óbuda y Pest. Mucha gente cree (como creía yo hasta hace una semana) que Budapest es el resultado de unir Buda y Pest, las dos ciudades situadas en el margen derecho e izquierdo respectivamente del río Danubio, pero la realidad dice que la ciudad surge de la unión de las dos ciudades mencionadas más Óbuda, pequeña ciudad también en el margen derecho del Danubio.

Imágen de la Ópera de Budapest


El primer lugar de interés que visitamos fue la Basílica de San Esteban que es el templo más grande de la ciudad, construída en honor del rey Esteban I de Hungría (que fue el primer rey de Hungría y el fundado de la Iglesia de Hungría), donde reposa su mano derecha momificada. Es un edificio enorme situado en el corazón de Pest y el más importante de la capital que queda muy cerca de casa de Ane asi que lo visitamos mientas Gabi llegaba del aeropuerto.


En esta época del año y acercándose el solsticio de invierno por aquestos lares anochece muy pronto, en el caso de Budapest anochecía alrededor de las 15.50h. por lo que decidimos aprovechar la poca luz que quedaba e ir a ver el Parlamento, uno de los edificios más espectaculares e importantes. La importancia de dicho edifico queda patente en la existencia y vigencia (todavía hoy) de una antigua ley que prohibe construir edificios con una altura superior a la del edificio del Parlamento y de la Basílica de San Andres. El motivo: reafirmar el poder del Estado y la Iglesia sobre cualquier otro ente.

Curiosamente estuvimos visitando el Parlamento el día 6 de diciembre, este día era la celebración San Nicolás (el santo que dio origen al Santa Claus) y en los alrededores del edificio había una bonita celebración con un mercadillo, puestos de comida típica y bailes tadicionales en que participaban niños pequeños muy "salaos", haciendo muy entrañable todo.

Tras el Parlamento fuimos bordeando el Danubio donde encontramos un curioso monumento: el homenaje a las vícitimas del Holocausto del gueto judío de Budapest, expuesto en forma de decenas de zapatos de bronce a la orilla del río, debido a que una forma de eliminar a los judíos de Budapest era atarlos en parejas, disparar a uno y empujar a los dos al río quedando en la orilla los zapatos. Una triste historia que bien merece la pena ser recordada para dignificar la memoria de las víctimas, y sobre todo aprender de las barbaridades que el ser humano (nosotros mismos) puede llegar a cometer, algo que por lo visto nos cuesta demasiado en nuestro país y en algún otro.

Seguidamente cruzamos el Danubio por el Puente de las Cadenas (que cuenta con una espectacular vista nocturna), adentrándonos en Buda, subiendo en funicular hasta el barrio del castillo donde sita el Castillo Real de Buda (antigua residencia de verano del Emperador de Austria-Hungría).




El barrio del castillo esta lleno de callejuelas estrechas, algo empinadas y con unas casa bajas y de colores muy llamativos, es un lugar relamente curioso quizás algo parecido a algunas partes de Praga.


















Lo que más resalta de este barrio, incluso por encima del Castillo Real, es el Bastión de los Pescadores que a pesar de que parte del mismo estaba en obras. Este complejo es un homenaje a los pescadores que defendieron la ciudad de Buda en la edad media, y cuenta con siete torres que reperesentan a las siete Tribus Magiares que se establecieron en cuenca de los Cárpatos en el año 896 d.C.


Budapest es conocida como la ciudad de las termas, debido a la gran cantidades de manantiales y acuíferos subteráneos que tiene, habiéndose desarrollado históricamente una gran infraestructura de baños y termas. Pues bien alguna de estas termas las convierten en discotecas por las noches (con sus birras, sus cubatitas, sus dj's, sus luces a todo trapo etc...) y allí fuimos a la Cinetrip Sparty de las Termas Rudas y señoras y caballeros tengo que reconocer que aquello fue: el fiestón (escandaloso). Es muy curioso estar en una terma con música a toda pastilla con luces de discoteca y todo el mundo en bañador y en bikini bañándose en aguas termales, bebiendo y de farra en general. Como solo estábamos en bañador, no había suficiente luz, y estábamos permantentemente entre pisicinas de agua caliente, chorros y demás, no pude hacer fotos, pero les dejo aqui un vídeo de una fiesta idéntica que se hizo en febrero (suele haber una al mes más o menos), aunque en la ocasión de la semana pasada había mucha más gente.

El domingo por la mañana estuvimos dando un paseo en los alrededores de la Plaza de los Héroes, en cuyo centro está el Memorial del Milenio, monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, eregido en el aniversario número mil de la fundación de Hungría por las siete Tribus Magiares.


También estuvimos caminando por un parque aledaño donde estaba situado el Castillo de Vajdahunyad que es una reproducción de parte de un castillo que hay en Transilvania (zona de la actual Rumanía que antes pertencecía al Imperio Austro-Húngaro) que lleva el mismo nombre. Dentro de este castillo además había un colorido mercadillo y muchos puesto con comida muy rica que dos grandes gourmets como Danilo y yo no pudimos dejar de visitar probando unas exquisas patatas con carne (aunque también había salchichas húngaras, satch balcánico, y dulces varios).

La comida "de verdad" la hicimos en un bistro en el centro de Pest ya de vuelta. Probamos el auténtico "Goulash" húngaro (una especiada sopa de patatas y carne muy sabrosa) y un "asado gitano". Este viaje a Hungría, además de descubrirme el encanto que la ciudad que aglutinó a Buda, Óbuda y Pest tiene, no hizo más que confirmar lo infravalorada que está la cocina balcánica y de los países del este de Europa, un auténtico tesoro por descubrir.